El Cono Cañaveralejo, ubicado en la ciudad de
Cali y delimitado en este trabajo entre las calles 1ra y 9na y entre las
carreras 39 y 66, es por sus características, una zona de importante respuesta
dinámica, tanto a movimientos producidos por fuerzas sísmicas como inducidas
por el hombre (vibraciones producidas en los conciertos realizados en la Plaza
de Toros). Entre estas características
se pueden mencionar el ser un área pantanosa y de fácil inundabilidad, debido a
las altas precipitaciones en sus cuencas y capas de suelo que la conforma: depósitos aluviales de origen cuaternario
compuestos principalmente por limos arcillosos MH, intercalados con capas de
arcillas CH, arenas gruesas y gravas [64].
En edificaciones ubicadas en este Cono se han
registrado grietas en las losas y desde los primeros hasta cuartos y quintos
pisos, daños en tanques de almacenamiento de agua potable, desprendimiento de
un ascensor y otros daños debido a la ocurrencia de sismos como el del 23 de
noviembre de 1979, el del 19 de noviembre de 1991, el del 18 de octubre de
1992, el del 6 de junio de 1994 y el del 8 de febrero de 1995 [55] entre otros.
Personas que habitan este sector han informado
que sienten vibraciones cuando hay conciertos en la Plaza de Toros, movimientos
parecidos a los de un sismo de intensidad apreciable: “las lámparas oscilan, los cuadros se mueven,
caen objetos y se resquebrajan las paredes” [56]. Los edificios que sufren estas vibraciones
tan marcadas son los que están a menos de 300 metros de la Plaza de Toros (El
Hostal, Conjunto Residencial Guadalupe, Edificio Las Torres de Doña Lupe,
etc.).
En vista del aumento en la frecuencia y
destructividad de los desastres naturales, veamos algunas cosas que pueden
ayudar.
Alejarse del peligro.
La Biblia dice: “Sagaz es el que
ha visto la calamidad y procede a ocultarse, pero los inexpertos han pasado
adelante y tienen que sufrir la pena” (Proverbios 22:3).
Este sabio consejo puede aplicarse aun antes de que ocurra un desastre.
Si se da un aviso de erupción volcánica, inundación o huracán (o tifón),
sería prudente que quienes se encuentren en la zona de riesgo se trasladen a un
lugar seguro. La vida vale más que una casa u otras posesiones.
Algunas personas tal vez puedan
optar por vivir en áreas más seguras. Un organismo oficial señala: “El
riesgo de desastres presenta una gran concentración geográfica. Hay una
proporción muy reducida de la superficie de la tierra que engloba la mayor
parte del riesgo, y la mayoría de los futuros desastres de gran envergadura
ocurrirán en esas zonas”. Este puede ser el caso, por ejemplo, de llanuras
costeras o áreas cercanas a fallas geológicas. Si usted puede evitar vivir
en tales lugares o puede mudarse a un sitio más seguro, reducirá enormemente el
riesgo de verse afectado por un desastre.
Un plan de emergencia.
Sin importar cuántas precauciones
tome, todavía puede ser víctima de una tragedia inesperada. Pero podrá afrontar
mucho mejor la situación si tiene planeado lo que hará en caso de que ocurra.
¿Tiene preparado un equipo de emergencia? El manual 1-2-3 of Disaster
Education (Medidas básicas contra los desastres) recomienda tener listos
un botiquín de primeros auxilios, agua embotellada, alimentos
no perecederos y los documentos importantes. También convendría repasar
con toda la familia los tipos de desastres que pudieran producirse y lo que se
haría en cada caso.
¿Tiene preparado un equipo de
emergencia?
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